Salir de la casa de tus viejos, cambiar de ciudad, irte en pareja o lo que sea que tengas en mente suele ser una de las decisiones más importantes que tomarás. Pero vivir solo no es fácil, hay que aprender muchas cosas que ni siquiera pensabas, lleva tiempo, esfuerzo y plata. Aquí te compartimos una serie de consejos útiles antes de tomar esta gran decisión.
1. Decide qué quieres hacer ¿irte solo o acompañado? ¿cambiar de ciudad? ¿trabajar, estudiar o las dos? ¿En qué zona te gustaría vivir? ¿qué tamaño necesitas? ¿Por qué quieres irte? Todas son preguntas válidas antes de tomar una decisión.
2. Calcula tus ingresos ¿Vas a tener un ingreso fijo? ¿Tienes trabajo o te van a financiar? ¿Vas a ganar lo mismo todos los meses o algunos meses sí y otros no? Si no tienes una fuente de dinero estable, vivir solo te va a resultar imposible. Si las cuentas no te dan, considera pedir ayuda o vivir acompañado. Si no vas a tener ningún ingreso, entonces tendrás que esperar.
4. Haz un presupuesto. Calcula cuánto vas a gastar por mes en arriendo, expensas, gastos fijos (celular, internet etc) y servicios (electricidad, gas, agua). Lo que queda, es lo que tienes para comer, moverte, salir y respirar. Si la cuenta no da, debes volver al casillero inicial.
5. Busca tu lugar. La mejor forma de empezar a buscar departamento es por internet. Hay muchos sitios que te permiten buscar propiedades según ciudad, barrio, precio, y tipo de edificio. De paso, te va a servir para orientarte con los precios. Haz una lista, oriéntate y averigua.
6. Cuando vayas a ver un departamento, revisa todo. Pide que te acompañe un amigo, o alguno de tus viejos, y revisen todo. Que funcionen los artefactos, la grifería, el inodoro y la ducha, que no haya humedad y que todo funcione como tiene que funcionar. Después ten en cuenta los detalles: que te guste, que tenga luz, que haya calefacción o aire acondicionado, QUE TENGAS SEÑAL EN EL CELULAR. También es bueno averiguar por la zona, los medios de transporte, si es segura, etc. Pregunta todo.
7. Ojo con lo que firmas. Aunque estés apurado y te digan que le van a arrendar tu departamento a otro, es importante mantener la calma. Lee bien el contrato y que alguien más también lo lea. Hay muchos puntos que hay que saber antes de firmar: ¿los gastos comunes son fijos o variables ¿Cuánto va a aumentar el arriendo en el segundo año? ¿Quién se hace cargo de las cosas extraordinarias? (En teoría, el dueño, pero el contrato puede decir otra cosa). Revisa, pregunta todo, y duda si algo no te cierra. Todo lo que no esté en el contrato queda abierto a interpretación, y cuando eso pasa el que pierde generalmente es el arrendatario.
8. Aprende lo básico de la supervivencia. ¿Sabes barrer, limpiar, ordenar? Si no, aprovecha que todavía estás con tus viejos para que te muestren cómo lo hacen ellos. ¿No cocinas? Mira cómo hacen los platos básicos. ¿Lavar y planchar? Es probable que no lo tengas que hacer por un tiempo (capaz que no tengas lavadora, y ¿planchar? jajaja), pero es un buen momento para tener una idea de cómo se hace.
9. Haz un inventario. Algunas cosas son imprescindibles (refrigerador, computadora) y otras no son tan importantes pero ayudan (televisión, microondas, aspiradora). Cuenta lo que tienes y anota lo que necesites. Revisa sobre todo las cosas de la cocina: si no tienes nada, es un buen momento para hacer stock. Parece una estupidez, pero te vas a acordar cuando estés comiendo de un bowl con tres tenedores y ningún cuchillo.
10. Pide ayuda en tus redes sociales. No hablo solo de instagram y facebook. ¿Buscas un departamento por dueño directo? Pregunta en tu familia si conocen a alguien. ¿No tienes refri o microondas? Averigua en tu pega o universidad si alguien vende alguno usado. También sirve buscar en internet, obvio. ¿Necesitas ayuda para la mudanza? Ahí entran en escena tus amigos.
11. Planifica la mudanza. No, no puedes meter todas tus cosas en bolsas de basura el mismo día que te vas a mudar. Anota todo lo que te vas a llevar y anda preparando todo la semana anterior. Y acuérdate que la “la ley” dice en su artículo 15627 que si un amigo o familiar te ayuda a mudarte tienes que comprar cerveza y pizza para todos.
12. Disfruta. Vivir solo requiere tiempo, dinero y esfuerzo, pero vale la pena. Pocas cosas son tan satisfactorias como tener tu propio lugar, aunque sea chico y arrendado.
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