Cada día escuchamos a más personas opinar y hablar sobre sustentabilidad y aportes para el cuidado del medio ambiente, sin embargo es poco lo que hacemos y la mayoría de las veces los mismos que opinan no toman medidas al respecto ni siquiera en las cosas más simples de su día a día. A continuación te damos una serie de consejos para que puedas aportar tu grano de arena a la causa.

Desconecta aparatos eléctricos cuando no se utilicen. Los electrodomésticos y otros aparatos consumen energía al estar conectados a la toma de corriente, incluso, cuando se encuentran apagados. Desconectarlos representa un ahorro de energía eléctrica considerable que puede ser aprovechada en otras acciones.

Cuando cocines o calientes agua, tapa el recipiente. Esta ligera acción, además de reducir el tiempo de preparación de los alimentos o de lo que se caliente, significa un ahorro en el consumo de gas, lo que a su vez representa menor combustión en el ambiente.

Lleva a los depósitos correspondientes las pilas y cargadores de celular. Tirar sin más a la basura las pilas, representa una fuente de contaminación por el plomo que éstas desprenden. Existen depósitos que reciben las baterías cuando su período de vida concluye, así se evita que el plomo tenga contacto directo con el suelo y se corra un riesgo que afecte el ambiente.

Cambiar las ampolletas por las de bajo consumo. Las bombillas convencionales consumen mayor cantidad de electricidad, la que, para llegar a tu hogar, emite grandes cantidades de gases invernadero; utilizar ampolletas de bajo consumo representa un gasto menor de energía, además de que la vida de este tipo de bombillas es mayor y la luz emitida favorece las actividades en el hogar.

Utilizar el transporte público. Se sabe que el automóvil, en sí, es una fuente de contaminación preocupante. Los contaminantes que emite, como el dióxido de nitrógeno y partículas finas, significan uno de los mayores focos de contaminación en las ciudades. Utilizar el transporte público muchas veces reduce el tiempo que se invierte para llegar a un destino y representa una reducción considerable de la contaminación así como de la congestión vial.

Usa la bicicleta. A propósito del punto anterior, adoptar este tipo de transporte representa grandes beneficios al ambiente, pues no se emite dióxido de nitrógeno que contamine el aire, además, favorece la activación física y, como consecuencia, la salud del que está a bordo de la bicicleta.

Recicla. Aprovechar en su mayoría todos los productos que caen en nuestras manos. Reciclar alarga el ciclo de vida de los objetos y les otorga una nueva función. Una botella puede ser un florero o una maceta; un envase, un recipiente para alimentar a tus mascotas o un bebedero; la madera se puede reutilizar para fabricar muebles sencillos como estantes para tus libros. Por otro lado, separar el cartón, el plástico y el aluminio representa un ingreso extra cuando se venden en los depósitos correspondientes.

Reutiliza el agua. El agua que resulta de la última carga de la lavadora, por ejemplo, sirve para limpiar la casa o el sanitario; el agua que sale de la ducha mientras se espera la caliente, se puede utilizar para regar las plantas o lavar el auto. El objetivo es no desperdiciar el vital líquido.

No inviertas más de 5 minutos en la ducha. Todos sabemos que una buena ducha es agradable pero también sabemos que no es necesario pasar mucho tiempo en ella para lograr una efectiva limpieza de nuestro cuerpo.

Cerrar la llave. Por cada minuto que pasa se gastan 10 litros de agua; para cepillarse los dientes se consumen 250 ml del líquido; cada minuto que se deja abierta la llave del lavabo se desperdician 5 litros; y si el patio o el auto se lavan con manguera, se desperdician 12 litros por minuto transcurrido.

Si te gustó esta nota de Home Inclusive, compártela con tus amigos para que todos puedan llevar una vida un poco más sustentable.